La media luna de sangre, pronto comenzara a iluminar el cielo, llega el
tiempo de la caza. Como en noble ritual, saco del armario mis armas y
los correajes de batalla. Los aprieto contra mi cuerpo hasta notar presion
su ajuste es perfecto, el cuero curtido y envejecido tiene un aroma
especial que me transporta. Las dagas en su vaina y en la espalda mi
adorada hacha, gracias a ella otro dia mas sigo vivo. Me siento con
total parsimonia en la cama a dar crema a las botas, la suavidad de la
piel es imprescindible para evitar todo tipo de ruidos al caminar, el
sigilo y la ocultacion de la forma de mi cuerpo es ley. Ciño mi capa
al cuello y me dispongo a salir. Primero observo la calle, espero que
pase la gente, vigilo los rincones oscuros; cualquier punto negro puede
ocultar a mi asesino. Escucho el silencio, y el silencio me devuelve la
serenidad, el es mi complice, me alerta, el es mi esperanza de sobrevivir.
Camino por la calle con rapidez, pero con todos los sentidos alerta, no
miro a nadie y evito que me miren a mi. Ya estoy muy cerca de mi objetivo,
al llegar busco las posibles salidas y los posible puntos conflictivos
observo todo, y hago un mapa en mi cabeza, busco el mejor lugar, y en
el me fundo con las sombras. Apesar de la adrenalina, fuerzo a mi cuerpo
a controlar la respiracion. Mis inspiraciones y expiraciones se apagan
y se funden con el silencio y la oscuridad de mi escondrijo. mis musculos
se relajan, hasta conseguir que los movimientos sean los minimos. Nada
puede delatar mi posicion, solo trabajan mis ojos, y mis oidos.
La espera es larga, los ultimos borrachos se tambalean hacia sus casas
y la noche ya es cerrada, muevo un poco mis musculos para evitar el
agarrotamiento, pero aun asi, sigo siendo parte del decorado de la calle.
Mis oidos son los primeros en dar la alerta, y luego mis ojos descubren
una sombra furtiva que sube calle arriba, se detiene en mitad de la calle
y mira a su alrededor, tras unos minutos sigue su camino. Pasa del portal
de la casa, donde he conseguido averiguar que duerme, y sigue calle arriba.
Conozco su tecnica, los ultimos pasos para asegurarse que nadie lo sigue
ahora vuelve calle abajo, y esta vez se detiene frente a su puerta.
Desenvaino mi daga, y la aprieto con firmeza, salgo de mi escondrijo
como un soplo de viento y sin pensar, sin miedo, hundo la hoja en su
carne. Un grito ahogado corta la noche. Mientras se gira desenvaina sus
armas y me contraataca, el filo de su espada corta mi brazo, mientras
mi daga busca una y otra vez desgarrar su carne. El acero choca, mientras
la sangre de mis heridas se mezcla con la suya en un enorme charco en
el suelo. Cogido por sorpresa y con la primera herida grave que le inflingi
en su cuerpo, la victoria esta casi de mi lado. De su cuerpo mana la
sangre a borbotones, sin parar de atacarme y esquivar, mi enemigo musita
arcanas palabras robadas a los druidas y curanderos. Sus heridas comienzan
a cerrarse y la sangre se regenera con rapidez en sus venas, pero este
hechizo ocupa y cansa su mente, ahora es mas debil atacando. Redoblo mis
fuerzas y clavo con mas ansia mi puñal. Tras una larga lucha, su mente
ya no es capaz de pronunciar mas hechizos, me imagino que el dolor que
siente tiene que ser inmenso, es hora de acabar el trabajo. Mi mente
busca en los recobecos de mi memoria las palabras adecuadas, que poco
a poco salen por mi garganta en perfecta armonia. El hechizo lacera
su cuerpo desde el interior, haciendo que su cara solo sea un amasijo
de dolor y rabia. Puedo ver como la vida lo abandona en cada gota de
sangre que cae al suelo, cada gota que choca contra la pared de los
edificios. Dos hechizos mas y mi victima conocera la noche eterna.
HUIR, RECALL, ARRIBA, SUR, SUR.
Como si un caprichoso dios se apiadase de sus ruegos, mi enemigo sale
corriendo calle abajo a una velocidad endiablada mientras desaparece de
mi vista. La noche vuelve a lanzar su manto de silencio, mientras yo
totalmente avatido sollozo sentado en el empedrado de la fria calle.
NOTA
Despues de 23748 puñaladas y 14329 hechizos a falta de un 5% de vida
mi enemigo huye dejandome bien jodido. Teoricamente esta al borde del
colapso, pero oh milagro, como el mejor de los atletas e ignorando todas
las heridas que le he inflingido sale corriendo como un loco y se pone
a salvo en un curandero.
La asociacion de pk antihuida rogamos que las autoridades pertinentes
hagan algo con el huir por lo menos en avatar o ni el mismisimo chuck
norris conseguira subir a 76 en la visa.
GRACIAS