(ROL) Rindiendo cuentas a La Mano IV

[Iridal]

PJs: MidNight y Angeldust
PNJs: La Mano y el Hermano (ambos llevados por Jeraen)
Fecha: 5 de noviembre de 2007

Siguieron, en silencio tanto MidNight como Angeldust, al Hermano por un extenso camino, habiendo perdido el sentido de la orientación hacia ya tiempo. ¿Seguirían en Kedrova? De pronto, cuando ya daba la impresión de que el camino no conducía a ningún lugar, alguien oculto en las sombras grito: “¡¡Eh!! ¡¡Alto!! ¿Quién va?”.

- Somos nosotros, traigo a los prisioneros.- se identificó el Hermano, y aunque la extraña figura se asomó para inspeccionarnos, el miedo volvía a ser palpable, abriéndose unas enormes puertas que no sé cómo habían pasado desapercibidas.
- Adelante... La Mano se alegrará mucho...

Tras traspasar las puertas, llegaron a un extenso salón de altos techos sostenidos por una doble hilera de columnas. Filas de antorchas iluminaban el inmenso lugar. Si querían impresionar…enhorabuena, lo habían conseguido. ¿Cómo demonios nadie había lo había encontrado antes? Al fondo de la sala, había sido colocado un sillón donde La Mano descansaba con toda naturalidad, mientras que el resto de asesinos andaban desperdigados por el lugar aunque sin quitarnos los ojos de encima. A medida que avanzaban MidNight acercó a la elfa contra ella y el Hermano clavó la rodilla en el suelo en señal de respeto hacia su superior, pero fue la dragona la primera en romper el silencio.

- Así que tú eres La Mano...
- Solo una de Las Manos...- contestó el hombre sonriendo.
- Te esperaba más...... grande.- reconoció no sin cierta ironía Midnight, mientras la montaraz no podía evitar pesar que al parecer no era la única que no sabía callarse.
- ¿Mas grande? - inquirió el líder observando a las recién llegadas, mientras la dragona se agachaba para examinarlo más de cerca.
- La imaginación vuela cuando las hazañas de La Mano se cuentan – continuó riendo ella-, pero sin duda aquellas hazañas debieron ser obra de las otras Manos...
- Sin duda…- contestó La Mano sin prestar mayor atención a las puyas-. Mis hazañas son las de mis fieles Hermanos.- su atención ya estaba fija en la montaraz quien en fingida tranquilidad le devolvía la mirada.- ¿Donde están mis documentos?

Dicho esto, el Hermano sacó de un bolso el ojo, y se lo entregó a su superior, quien rodeaba en ese momento a las dos “invitadas” contemplándolas de arriba abajo.

- No entiendo como habéis dado tantos problemas...¿no apreciáis la vida? ¿Que esperabais conseguir causando tantos problemas?- nadie hablaba, pero todas las miradas se mantenía fijas en el ojo.

-Como comprenderás... Nadie esperaba que un famoso asesino quisiese un oso de peluche.- era obvio que la elfa no podía callarse mas de dos minutos.

En ese momento, La Mano concentró su atención en la montaraz, sujetándola por la barbilla para mirarla fijamente a los ojos.
- ¿Y eso es razón para protegerlo tanto?- preguntó, dos segundos antes de que MidNight tosiese escupiendo una pequeña bola de fuego.
- Es un recuerdo.

Para ese momento el líder de los asesinos, había dejado de prestar a la atención a la elfa y volvía a centrar su atención en el pequeño ojo del oso.
- ¿Que creéis que es esto?- preguntó sonriendo La Mano en claro contraste con la tensa expresión del hermano.

- Sin duda un trauma infantil…- le desafió la dragona.

- Este ojo contiene información muy valiosa para nosotros…

-Parece un simple ojo- interrumpió Midnight, repuesta ante la cual el resto de asesinos de menor rango rompieron a reía. Y aunque La Mano no pareció ni darse cuenta de la interrupción, y el Hermano, silenció a toda la sala con solo mirarla.

- Durante meses hemos recopilado información de la Foire. Cayó en vuestras manos por un desafortunado giro del destino. -Dicho eso, el asesino centró su atención en Angeldust durante unos segundos- Como te comento la adivina en la feria, no tienes mucha suerte.

-¿Para qué queréis esa información? –el tono tajante de la draconiana, declaraba que se empezaba a cansar de aquel juego, susurrando con disimulo a la montaraz “¿Ves a tu hermano?”. La que aunque recorría a cada segundo la sala con la mirada, no logró encontrarlo. ¿Y si habían llegado tarde?- Tenéis más oro del que podéis gastar, ¿para qué mas?

- No es por oro, el conocimiento es poder…

- ¿Conocimiento? ¿Tú? para eso se necesita inteligencia....- la dragona estaba cada vez mas cerca de perder la paciencia, sin embargo La Mano parecía abstraído en sus planes.

- Imaginad que el emperador visita una de las atracciones... ¿No seria fantástico poder colarse en el espectáculo y darle un giro...dramático?- sin duda disfrutaba de aquella situación.

- ¿Que...queréis matar al emperador?- aventuró la elfa.

- Es solo una posibilidad...un maravilloso mundo de posibilidades…-murmuró mientras se volvía a sentar sin dejar de contemplar el ojo- ¡Qué continuara sin existir mientras no me deis el ojo del oso!- Arrojó el ojo contra el suelo, y dirigió su ira hacia el Hermano: ¿Qué significa esta farsa? ESTE OJO ES FALSO.

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Esta escena pertenece a Las Fronteras de Belthalas. Puedes ver el índice en el enlace.