(ROL) El primero de Los Hermanos

El primero de los Hermanos
Intervienen: Ashen, Angeldust, Jeraen y un Hermano (PNJ)
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La tarde era tranquila y apacible, la dríada nos contaba a Ashen, Angeldust y a mi, historias de su vida antes de encomendarse en cuerpo y alma a sanar las heridas insurrectas.
Entre bromas compañerismo y buen tabaco de pipa el crujido de unas pisadas delató la presencia de alguien a quien no le importaba ser descubierto.
- Fumar mata... - dijo la oscura silueta entrando en el círculo de árboles -...también.
Los cuatro nos levantamos tranquilos, sabedores de que, si ese tipo había llegado hasta allí era porque los lobos guardianes se mantenían tan espectantes como nosotros mismos.
- Creo que ya estabais avisados de mi llegada...
La voz del sujeto sonaba fría y falta de emociones. Su atuendo, ropa amplia, bien sujeta, oscura y desgastada, no dejaba entrever el físico del hombre. La cara permanecía oculta salvo unos ojos fríos y calculadores. Dando unos tranquilos pasos se acercó al grupo.
- Tu amigo lagartijo nos advirtió - contestó Angeldust
- ¿Quién es este? - preguntaba Ashen
- En primer lugar, mi amigo Smyug, no es mi amigo. "Los Hermanos" no tienen amigos. En segundo lugar, no importa quien sea yo,"Los Hermanos" no tienen nombre. Y bien ¿dónde está?
- En realidad no resultas tan impresionante, te imaginaba más...malísimo - se burlaba la chica
- La maldad...- la pausa que siguió a sus palabras, su sonoridad, resultó algo tétrica - no es algo que se pueda medir por el aspecto...
- Tampoco la inteligencia - continuó burlándose la montaraz - ya le dije a tu amigo que no os lo entregaría.
La expresión del hombre no cambió un ápice. No se dejaba provocar y mantenía el control en todo momento. Su mirada recorría ágil los verdes árboles buscando un movimiento que delatara la presencia de los lobos.
- Vuestros guardianes no me concederán mucho tiempo más pero hablando de inteligencia, ¿no os habéis preguntado donde se encuentra mi hermano? - Sus ojos relampaguearon con un destello de astucia.
La pregunta nos cogió desprevenidos aunque conseguimos disimular nuestra turbación. Nuevamente Angeldust tomó la palabra:
- Me hago una idea pero, ¿por qué no nos lo cuentas tu?
El hombre parecía ahora saborear cada palabra
- Mi hermano se encuentra en estos momentos comiendo a la mesa de Kast, aún recuerdas a Kast ¿no es cierto?
La muchacha asintió borrado ahora todo sarcasmo de su comportamiento. Ashen y yo nos preguntabamos que estaba ocurriendo allí y porque, cada vez más, parecía que la situación estaba en manos del recién llegado.
- ¿Quién es ese Kast, Angeldust? - preguntó Ashen
- Es mi hermano menor, él mató al resto de mi familia . No le he visto desde entonces - las palabras resonaron fantasmales en el silencio que siguió.
- No ha sido un buen chico, pero su hermanita mayor es de sentimientos más nobles ¿me equivoco?
- ¡Kast no tiene nada que ver en todo esto, matadme a mi y dejad en paz a mi hermano!
- Ten por seguro que si mis superiores te quisieran muerta ya lo estarías, pero no son esas mis órdenes.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté enfadado
El hombre hizo caso omiso a mi pregunta y continuó hablando a Angeldust que se debatía entre el odio, la compasión y el miedo; para él era como si no hubiera nadie más.
- Vendrás conmigo. Prepara tus cosas y mi oso. Volveré a buscarte.
- ¿Crees que puedes venir al bosque, amenazar a los nuestros y largarte por las buenas? - Ashen empuñó sus armas dispuesto a detener al visitante, este, igualmente indiferente, dió un increíble salto y catapultándose en una rama desapareció como si la espesura se lo hubiera tragado.
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Esta escena pertenece a El Gremio de Asesinos. Puedes ver el índice en el enlace.
Intervienen: Ashen, Angeldust, Jeraen y un Hermano (PNJ)
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La tarde era tranquila y apacible, la dríada nos contaba a Ashen, Angeldust y a mi, historias de su vida antes de encomendarse en cuerpo y alma a sanar las heridas insurrectas.
Entre bromas compañerismo y buen tabaco de pipa el crujido de unas pisadas delató la presencia de alguien a quien no le importaba ser descubierto.
- Fumar mata... - dijo la oscura silueta entrando en el círculo de árboles -...también.
Los cuatro nos levantamos tranquilos, sabedores de que, si ese tipo había llegado hasta allí era porque los lobos guardianes se mantenían tan espectantes como nosotros mismos.
- Creo que ya estabais avisados de mi llegada...
La voz del sujeto sonaba fría y falta de emociones. Su atuendo, ropa amplia, bien sujeta, oscura y desgastada, no dejaba entrever el físico del hombre. La cara permanecía oculta salvo unos ojos fríos y calculadores. Dando unos tranquilos pasos se acercó al grupo.
- Tu amigo lagartijo nos advirtió - contestó Angeldust
- ¿Quién es este? - preguntaba Ashen
- En primer lugar, mi amigo Smyug, no es mi amigo. "Los Hermanos" no tienen amigos. En segundo lugar, no importa quien sea yo,"Los Hermanos" no tienen nombre. Y bien ¿dónde está?
- En realidad no resultas tan impresionante, te imaginaba más...malísimo - se burlaba la chica
- La maldad...- la pausa que siguió a sus palabras, su sonoridad, resultó algo tétrica - no es algo que se pueda medir por el aspecto...
- Tampoco la inteligencia - continuó burlándose la montaraz - ya le dije a tu amigo que no os lo entregaría.
La expresión del hombre no cambió un ápice. No se dejaba provocar y mantenía el control en todo momento. Su mirada recorría ágil los verdes árboles buscando un movimiento que delatara la presencia de los lobos.
- Vuestros guardianes no me concederán mucho tiempo más pero hablando de inteligencia, ¿no os habéis preguntado donde se encuentra mi hermano? - Sus ojos relampaguearon con un destello de astucia.
La pregunta nos cogió desprevenidos aunque conseguimos disimular nuestra turbación. Nuevamente Angeldust tomó la palabra:
- Me hago una idea pero, ¿por qué no nos lo cuentas tu?
El hombre parecía ahora saborear cada palabra
- Mi hermano se encuentra en estos momentos comiendo a la mesa de Kast, aún recuerdas a Kast ¿no es cierto?
La muchacha asintió borrado ahora todo sarcasmo de su comportamiento. Ashen y yo nos preguntabamos que estaba ocurriendo allí y porque, cada vez más, parecía que la situación estaba en manos del recién llegado.
- ¿Quién es ese Kast, Angeldust? - preguntó Ashen
- Es mi hermano menor, él mató al resto de mi familia . No le he visto desde entonces - las palabras resonaron fantasmales en el silencio que siguió.
- No ha sido un buen chico, pero su hermanita mayor es de sentimientos más nobles ¿me equivoco?
- ¡Kast no tiene nada que ver en todo esto, matadme a mi y dejad en paz a mi hermano!
- Ten por seguro que si mis superiores te quisieran muerta ya lo estarías, pero no son esas mis órdenes.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté enfadado
El hombre hizo caso omiso a mi pregunta y continuó hablando a Angeldust que se debatía entre el odio, la compasión y el miedo; para él era como si no hubiera nadie más.
- Vendrás conmigo. Prepara tus cosas y mi oso. Volveré a buscarte.
- ¿Crees que puedes venir al bosque, amenazar a los nuestros y largarte por las buenas? - Ashen empuñó sus armas dispuesto a detener al visitante, este, igualmente indiferente, dió un increíble salto y catapultándose en una rama desapareció como si la espesura se lo hubiera tragado.
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Esta escena pertenece a El Gremio de Asesinos. Puedes ver el índice en el enlace.