(ROL) El descubrimiento de los túneles de lo merodeadores.

[Sinth]

Fecha: Miércoles 12 de Septiembre.
Participan:Sinth, Destiny, Friedrich, AeThaN, Taron, Saiko, NiSseS (¿Y Nanin?).
Desde el punto de vista de: Sinth.

Al fin ha sucedido algo que me ha calmado un poco, siento como una etapa termina. Al fin y al cabo, un misterio se resuelve, y hemos sido los del Sindicato quienes develamos esta amenaza ¡Al fin algo bueno! Ya no estamos bajo sospecha por lo de los merodeadores, según el Eje, aunque sí por los supuestos crímenes que hemos cometido ¿Cuáles? Pf.

Ahora por otra parte, el escenario ha cambiado tanto que temo que perdamos aliados, porque ya no nos buscan por-lo-que-todo-el-mundo-sabe-que-no-hicimos.

Bueno, lo que sucedió:
Hubo nuevamente una invasión, con la peculiaridad de que los invasores eran sólo Merodeadores, por lo que sé. Me encontré a Taron, mortalmente herido. Me pidió ayuda y yo le dije que esa no era para nada mi especialidad. Antes de que gritara que el Sindicato le había dejado en ese estado, como temía que hiciera, le pedí a Tsythia que quedara de testigo que yo no había sido la culpable de lo que había sucedido, y llamé al resto de los miembros del Sindicato, Destiny y Friedrich. Le dimos una poción roja y traté de hacerle beber, su información me parecía lo suficientemente importante como para no querer verlo muerto. Entre estertores me había dicho algo de unos merodeadores en un dragón. Con algo más de astucia, Destiny ató cabos rápidamente y exclamó “¡Exportación de Dragones!”. Sin embargo no quiso decir más y se marchó, tambaleante. Quise preguntarle más detalles pero entró a su gremio, donde sabía que no sería bienvenida. Así que volví a la Plaza y decidimos ir todos los miembros del gremio presentes en la ciudad (Destiny, Friedrich, AeThaN y yo) a la Exportación.

En la habitación donde solían haber un par de merodeadores día y noche, como guardando algo, esta vez no había nadie, y un espejito nos llamó especialmente la atención. Logramos encontrar una entrada secreta y pasamos a un rellano que daba a unas escaleras que llevaban aún más abajo de lo que ya estabamos. Bajamos a un lugar del que salían túneles en casi todas las direcciones. La luz era escasa. Era un laberinto, claramente. Movidos por la curiosidad cada uno tomó un camino diferente, y nos perdimos, cada uno por su lado. Gritábamos tratando de reencontrarnos, pero fue inútil. Yo di vueltas y más vueltas, absolutamente perdida, hasta que me encontré un lugar que se me hizo alarmantemente conocido, El Umbral del Abismo, en Las Alcantarillas. Así que desde esos túneles se podía acceder a las Alcantarillas. También coincidía con la descripción del ciudadano perdido que había aparecido ahí mismo, que hablaba de un laberíntico enredo de túneles. Como supe más tarde, los túneles también llevaban al río que bordea la parte sur de Darkhaven, por lo que casi me ahogo. Pero retomando, volví al gremio, acostumbrada ya a pasear por Las Alcantarillas. Ahí me encontré con Destiny y Friedrich, ambos venían heridos por enfrentarse con los merodeadores. Repusimos fuerzas y volvimos a los túneles. Nosotros, por nuestra parte, al fin encontramos un lugar de interés, donde algunos vampiros nobles, de aspecto más cuidado y porte más elegante y altivo que los merodeadores habían estado bebiendo “algo” de unos vasos ya vacíos que estaban sobre una mesa de centro. A mi alrededor, nichos. Al este, un vampiro bastante poderoso guardaba un sarcófago, vampiro que ya sabía que me asesinaría de sólo mirarme, por lo que no me atreví a pasar. Sin embargo, otros aventureros que se nos habían unido a ese punto, y la misma Destiny, se aventuraron en contra del vampiro. Quienes se encararon con aquel vampiro fueron, si mal no recuerdo, Saiko, Destiny, Taron, AeThaN, y quizá alguien más. Ninguno logró derrotarle y volvieron malheridos. Al saber que nuestras fuerzas eran sobrepasadas por aquél ser, decidimos seguir buscando por los túneles algo de interés.

AeThaN nos mencionó algo de otra área en que había encontrado a quienes podían estar al mando. Decidimos ir a aquél lugar. Llegamos a un mausoleo, y por el oeste, a través de un corredor, había una celda. Al sur del corredor, una sala bastante interesante. Al parecer era utilizada por la guardia, y tenía algunos tapices que mostraban la construcción del lugar. Un tipo que tenía pinta de arquitecto, al llevar un mapa de Darkhaven en sus manos, tenía bordada una letra “N” ¿N de qué? También había un vampiro, por su apariencia en los tapices.

Luego de eso, volvimos a separarnos, y yo terminé en la salida que da al río. Fui al gremio para secar mis ropas, y volví a los túneles. Esta vez, encontré algo realmente importante. A mis pies, una trampilla de la que no había reparado antes. La abrí y descubrí un portal mágico que emitía una curiosa luz. Tres Candados lo sellaban. Volví a subir, y llamé a gritos a NiSseS. AeThaN había comentado que él había encontrado justamente tres llaves. Cuando AeThaN y NiSseS llegaron, les guié abajo, y, como pensé, las llaves abrían esos tres candados. Ante nuestros ojos, NiSseS atravesó el portal, y tres nuevos candados se cerraron ante nuestros ojos.

Al parecer, sólo podía pasar quien consiguiera las tres llaves. NiSses comentaría luego que el portal llevaba a la antigua cofradía de vampiros, donde poderosas y malvadas criaturas moraban. Luego de eso, otros aventureros en busca de fama recorrieron los túneles, al punto de que el lugar ya parecía atestado. Un hombre con la insignia de Kedrova fue el segundo en atravesar el portal y Bubulin, el rey de Torre Arcana, imagino que entró luego de que yo me fuera.

Al menos yo creo, que esto está fuera de mi alcance, me sería imposible atravesar el portal sin ayuda, e incluso atravesándolo, lo que hubiera al otro lado, sería probablemente peor. Pasé un rato en el lugar viendo vagar a los aguerridos aventureros hasta que la adrenalina me abandonó y me dí cuenta que llevaba varios días en vela, en aquella semioscuridad vampírica. Volví al gremio y me abandoné al sueño, sientiéndome aliviada ya de aquél problema.

El Ejecutador había gritado públicamente que el Sindicato ha quedado libre de toda sospecha sobre los ataques de los merodeadores a Darkhaven, pero que sigue bajo la mira. En fin, ahora se puede decir “clap, clap, clap, se baja el telón y acaba el Acto Primero”. No quiero ni pensar en las nuevas interrogantes que se nos abren tras este descubrimiento.


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Esta escena pertenece a Las Ruinas de Darkhaven. Puedes ver el índice en el enlace.