(ROL) Cumplir con el deber. Gorogg Quebrantarrocas!

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(ROL) Cumplir con el deber. Gorogg Quebrantarrocas!

Notapor Ethorel el 09 Jul 2009 04:29

Gorogg Quebrantarrocas, ¡Poder y fuerza!

-Música de fondo y todo xD: http://www.youtube.com/watch?v=6SvxaNQ6d7M

Gorogg Quebrantarrocas serás tú, hijo del guerrero campeón-Proclamó el anciano chamán bateando al pequeño ogro.-Ares te acogerá en su mano y te dará la fuerza para destruir a tus enemigos, hijo del clan Quebrantarrocas.

-Mio hijo necesita una marca, anciano.-Dijo el padre, recordándole al anciano sus obligaciones.

-Sea así.-El anciano asintió y extendió su mágica mano por encima del cuerpo del bebé. Un resplandor surgió de ella, el fuego invocado apenas le rozó, pero fue suficiente para dejarle una indistinguible marca en el pecho, que le entregaría su arma cuando creciera.-Vé campeón, nada tienes ya aquí que hacer. Perdiste tu derecho al liderazgo teniendo hijos, lo sabes.-dijo el anciano medio burlón.

-Mio hijo hará lo que mí no poder hacer.-Dijo el padre, protector, y se alejó de la cueva del anciano y del círculo de personas que presenciaba el bautizo.

Su clan, llamado así desde generaciones, tenía este nombre pues sus machos, podían partir ciertas piedras con su fuerza natural. Era el trabajo de todos aquellos ogros, de todos menos el de los guerreros, y el campeón, el padre de Gorogg.

Gorogg creció rápido, como todos sus congéneres, era un niño alto y de cuerpo de espalda ancha. Sus estudios se limitaron a las enseñanzas particulares del anciano, que le odiaba y se lo había demostrado más de una vez, además que siempre que podía le fastidiaba. Era consciente, tanto él como su padre, que el anciano era muy poderoso y sus poderes eran impresionantes, tanto quellos que hacia dañinos como sus santas curaciones en el nombre de Ares. Desde los tres años, estaba capacitado para cazar con los suyos y arrastrar la carreta con los minerales, aunque aun no tenia fuerza adulta para así destruir esos minerales.

Y si podía cazar y arrastrar, también podía luchar, su padre empezó a instruirlo desde primeriza edad, y cuando creció y la marca de su pecho fue clara, (su arma tenía que ser una inmensa maza metálica con una esfera metálica en vez de punta y enormes pinchos que sobresalieran de ella) su
padre se puso a forjarla con los mejores minerales.

Su maza tardo un año en forjarse, y a esa edad, el pequeño ogro ya era algo más que un niño, y el anciano dejó de enseñarle. Su padre le instruía día y noche, y su cuerpo respondía como tal, hinchándose y haciéndose perfecto para la batalla: Luchar, intimidar, provocar y si era necesario; Matar.

Así pues, a los doce años, rompió su primer mineral, convirtiéndose en un hombre como dicen las costumbres de su clan. Mas el anciano rechistó y se negó a bautizarlo como tal.

Su padre, protector; Gokk Quebrantarrocas, tubo que persuadir al anciano hasta que dejó de negarse, y le entregó el rosado diamante que se les entrega a todos los Quebrantarrocas al hacerse hombres, aunque todos ellos lo ven como una piedra que brilla color rosa en vez de cómo el diamante que es.

Gorogg siendo un hombre más, guerrero hijo del campeón, se dio cuenta del repentino respeto de sus hermanos hacia el. Y su padre le hizo ver la responsabilidad que él tenía de derrotar al anciano.
Desde ese día, Gorogg tenía permiso, y por ello asistía a batallas y cumplía misiones con éxito, era un ogro o una máquina de destruir, quemar y matar. Aunque muchas veces el anciano le enviaba a misiones que peligraban su vida, y algunas que se debían hacer con un grupo bien preparado
las tenía que hacer él solo, el anciano siempre quiso matar a su sucesor, pero no se daba cuenta de que así lo hacia más fuerte.

A los dieciocho años Gorogg, se hizo su propia armadura a partir del valioso metal de su tierra, era ya todo un hombre, y medía más de tres metros. Su cuerpo tan excesivamente musculazo que a vista de ojo humano era desagradable y todo debía ser cubierto por las mejores armaduras.

Su padre le llamó para hablar después de volver de una dificultosa misión, no era algo muy común entre ellos hablar asolas si no era algo de suma importancia.

-Gorogg, debes irte-Dijo su padre simplemente.

-¿Ir donde?-Dijo el ogro sin comprender.

-El anciano acabar con ti antes que tu poderle retar, deber ir Calimhar, alejarte de nuestro clan hasta que tengas la fuerza para derrotarle.

- Pero mi he nacido para destruir enemigos del clan, criado para destruir y matar. ¿Que va a hacer Gorogg en Calimhar?

-¡Hacerse fuerte!-Dijo el padre severo, demostrando su autoridad, y que no tenía ganas de dar muchas explicaciones.

-Así se hará padre.-Dijo el hijo, obediente, como siempre.

-Vé Gorogg, hijo del campeón.-Dijo su padre orgulloso.

Se despidió de todos sus hermanos excepto del anciano, y se fue esa misma noche...
Última edición por Ethorel el 05 Nov 2009 20:56, editado 2 veces en total
Ethorel
 
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Re: (ROL) Cumplir con el deber. Gorogg Quebrantarrocas!

Notapor Ethorel el 08 Sep 2009 04:30

//Puse la historia arriba de este post viejo//

Prólogo
Tenía que marchar, simplemente, tenía que marchar.
El ogro, blandió su maza apoyándola en su hombro derecho después de hablar con un hermano que vino a Calimhar tan solo para darle el mensaje de su nueva misión. Hablaba en nombre del anciano, al que le había entregado su vida a cambio de la de Silian.

Silian... Tantas cosas le había echo despertar al ogro, antes una maquina de matar sin escrúpulos, sentimientos, algunos dirían incluso que nació tan solo por ello, pero después de conocerla todo cambió. Le enseñó a respetar y a amar y ser amado, por los árboles, por la tierra, que cada animal, planta o persona era importante. Le dio un hogar en el que ella le recibía con los brazos abiertos siempre que iba, y que le apoyaba en lo que hacía. Le preparaba galletas, le explicaba historias, le enseñó lo que eran los besos en la mejilla... Le trató con más cariño que su propio clan, y eso era lo máximo que la capacidad del ogro podía llegar imaginar, o eso le hicieron creer desde que era tan solo era una cría.

Hasta hace poco, su único objetivo era hacerse fuerte por los medios que fueran, obedeciendo a Wolfy en lo que le ordenara, o cualquier otra persona que le prometiera poder y gloria a cambio de los poderosos trabajos del ogro, el cual con su gigantesca arma segaba las almas de quien levantaba la voz contra sus señor Wolfy o demás rufianes. Tenía que hacerse fuerte para vencer al líder de su clan y así convertirse el en líder. Su objetivo era hacerse fuerte, para proteger su clan...

Pero entonces llegó ella, con su cálida sonrisa y su amistad ciega hacia el ogro, el cual no había sentido nada igual desde que nació. Le hizo jurarse así mismo que la protegería de cualquier mal que se avecinara. Y ella, le enseñó a usar el corazón además de su maza y sus puños mortíferos, rodeados por placas metálicas que podrían destrozar la roca.

Gorogg decidió darle a esa persona tan especial algo tan especial como ella misma, y tan valioso para el que solo ella podría llevar, le entregó el diamante rojo de su adultez, que le entregan a todo ogro cuando llega a la edad madura en el clan. Aunque en su tribu siempre pensaron que lo que los humanos llaman diamantes eran nada más que piedras tintadas de rojo sangre, como los ojos de éstos ogros, que brillaban ante la luz que les proporcionaba Ares y los demás dioses desde los cielos.

Pero renunció a su sueño, Gorogg Quebrantarrocas llegó un día con Silian malherida al clan, solo el poderoso anciano podría curarla el cual le ofreció una oferta a cambio.

-Gorogg Gorogg, joven Gorogg... Creías de veras... ¿Que podrías derrotarme alguna vez? Tu corazón es débil. ¡Mira!-Gritó, señalando la ninfa.- Me traes a un monstruo... Y pretendes que lo cure, en mi clan...
-Anciano, Silian ser importante para Gorogg. Tu ser único que la poder curar.
-Muahahahaha-Rió malicioso el anciano.- Como hijo de Gokk, eres el único descendiente de guerrero que tenía derecho a retarme a un duelo... Las cosas cambian parece.
-Por favor anciano.
-De rodillas Gorogg!-Gritó, y el ogro obedeció al instante, arrodillándose, poniendo de rodillas sus sueños y esperanzas, por una orden del anciano, pero también por Silian.-Jajaja, me gusta... Ahora no serás mi futuro asesino, y por ello descendiente... El hijo de Gokk no podrá retarme, así que podrá hacerlo cualquiera... Pero tu Gorogg!-Dijo señalando violento.- ¡Ahora serás mi protector y vasallo! Harás lo que yo ordene y cuando yo lo ordene. ¿Entiendes?
-Si... Anciano...-Dijo el ogro, aun de rodillas.
-¡Ahora soy tu señor!-Gritó de nuevo.
-Si... Mi señor...

Tras ello, el anciano extendió su mano sobre la ninfa moribunda, y tras un flash de luz, la ninfa empezó a respirar con normalidad, y sus heridas cicatrizaron a una velocidad que el ojo humano podía presenciar.

-¿Gorogg, que haces de rodillas?-Preguntó Silian.
-Monstruo, no es asunto tuyo, ya se lo has echo pagar bastante caro. JAJAJAJA.
-¿Que significa esto Gorogg?
-Silian, guarda silencio ante... Mi señor.
-¿Tu señor?
-¡Exacto! Gorogg! Desaparece de mi vista, recibirás noticias mías.-Dijo, y con un movimiento de su mano, las antorchas se apagaron en la cueva, Gorogg se levantó y se fue cogiendo de la mano a Silian.
-Si... Mi señor.- Dijo el ogro, moral hundida antes de salir.

Así fue como se sometió a los deseos de quien tenía que ser su archienemigo.

Silian, comprendía que el ogro ya no podía luchar contra el anciano, dio su palabra, y decidió que lo mataría ella, para evitar que Gorogg siguiera haciendo el mal, como había estado haciendo este tiempo a sus espaldas.

Con el tiempo, esa herida en el ogro cerró, el árbol que plantó en Kerdrova empezaba a crecer en la fértil tierra, y era feliz con Silian en ese lugar. Aunque por las noches tuviera que hacer cosas horribles, aun con la idea de ser fuerte; aunque esta vez con el objetivo de evitar que nadie hiciera daño a Silian, la persona más importante para Gorogg en todo balzhur.

Gorogg enseñó a luchar a Silian, pues le dijo que si le derrotaba a él antes, podría entonces matar al anciano, el más poderoso ogro del clan Quebrantarrocas.

La ninfa ponía su empeño, y aprendía rápido, su lucha era sin espadas, usando habilidad de sus artes marciales, y Gorogg se defendía, incluso alguna vez Silian fue testigo de la locura que se provocaba él mismo para enfurecerse, y lo que le hacía tan bravo guerrero. Ella es la única persona que le vio así y puedo hacerle reaccionar para que se aturara.
Con el paso de los días, Silian le habló también a Legondil de Gorogg, proponiéndole de ir a su casa, y Gorogg, feliz, le hizo una armadura de cuero a Silian, para que pudiera luchar sin miedo a ensuciar sus preciosos vestidos que llevaba siempre cuando iba a ver a Gorogg.

Durante ese tiempo de paz en Kerdova, Silian vio en varias ocasiones limpiar la sangre de su armadura y arma, ninguno de los dos sacaba el tema de la lucha, a ambos les incomodaba, mas era inevitable, Silian intentaba proteger a Gorogg, y Gorogg a Silian, cada uno a su manera.

Aunque esa intranquila paz estaba, como todo, algún día tenía que esfumarse. Silian acompañó a Gorogg a su tasca habitual, donde bebía alcohol y contactaba con distintos rufianes que le daban su trabajo. Silian tomaba un zumo cuando el tabernero le dio la noticia de que un ogro igual que él le buscaba. Sin duda era uno de sus hermanos, que venía para llevárselo con el anciano.

Gorogg no le quería guardar este secreto a Silian y tras hablarlo en la puerta de la taberna, la pequeña salió corriendo, entre lloros y sollozos, que eran como puñaladas, en lo que Silian llamaba corazón, del ogro.
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Antes de partir...
Así pues, tras hablar con su igual del clan, recibió noticias de que el anciano deseaba que fuera a Valmorag. Gorogg sabía lo que era Valmorag, y sabía también que el anciano le había enviado a morir.

Tenía que marchar, simplemente, tenía que marchar...
El ogro llegó a Kerdova, y al no ver a Silian supuso que estaría en lo que ella llamaba escuela, el ogro tenía apenas unos diecisiete años, era joven, pero lo suficiente adulto entre los del clan como para ir a batalla, de echo a sus trece años ya iba con su padre a hacer misiones de mercenario, los ogros crecían mucho más rápido, por ello a los jóvenes, les podían confundir con adultos de esa raza, si no habían visto anteriormente a un adulto de verdad.

Gorogg esperó en la puerta, no pensaba irse sin despedirse de Silian. Al poco tiempo oyó a Silian pedirle a la profesora por marchar, no se encontraba bien, y la profesora no tuvo objeciones.
Cuando salió vio al ogro apoyado en la pared, con su maza al lado.

Silian corrió a abrazarle, Gorogg le explicó la situación entristecido, sin duda, era consciente de que muy probablemente iba a morir en Valmorag si el anciano no le retiraba a los pocos días. La triste despedida acabó con pocas palabras.

-Yo te quiero Gorogg-Dijo Silian.
-¿Quieres qué?-Dijo el ogro sin comprender.
-Da igual Gorogg no tiene importancia.
-Gorogg luchará por dos en Valmorag.
-... Tu alma ha sido pura alguna vez Gorogg?
-¿Pura?
-La maestra dice que si un alma nunca ha sido pura no se la puede salvar.
-Yo no nací siendo así Silian... Gorogg hace cosas malas, pero Gorogg esta feliz cuando esta con Silian. ¿Eso no es pura?
-... No lo sé Gorogg-Dijo al borde del sollozo, y le dio la espalda al ogro, dispuesta a irse.
-Silian!-Gritó el ogro para que no se fuera.
-Si Gorogg?
-Corazón-Dijo Gorogg, dándole una pulida piedra de marfil en forma de corazón, como enseñó Silian a dibujarlo.
-... Gorogg!-La ninfa no se pudo estar de cogerse del cuello de Gorogg y llorar, de pena, alegría, lloraba. Y Gorogg la abrazaba, hasta que se dieron un último adiós.

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Valmorag, tierra muerta.
Solo el fuerte corazón de Gorogg podría haber resistido un viaje en barco así, cualquier otra criatura en uso de razón se hubiera tirado por la borda, más sabiendo lo que le esperaba en la costa.

Debía reducir a la mitad el número de muertos en Valmorag, hasta nueva orden, así ordenó el anciano, y cuando antes le complaciera antes volvería a brazos de Silian, que se fue secretamente a entrenarse para derrotar al anciano que esclavizaba a Gorogg.

Gorogg sabía que Silian quería y juro que mataría al anciano, y eso le reconcomía.
Tras rastrear con su agudo olfato, no tan agudo como otras razas, pero sí más que el de los humanos o elfos, descubrió la tierra donde reinaban las criaturas muertas. No sabía por que el anciano le dio ese capricho, debía obedecer y así lo haría.

Fueron días sin tregua, una lucha sin sentido, unas heridas que debían ser tratadas cada una para no infectarse, y los enemigos casi invencibles, Gorogg suponía que Ares jugaba a su favor para que viviera, pero sabía más bien que nadie que no se debía abusar de la bondad de los dioses...

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El sueño de Gorogg...
Gorogg derrotó al fin 20 muertos más, llevaba cuatro días sin descanso ante un enemigo demasiado fuerte y demasiado numeroso.
El ogro, con falta de vitalidad, miro su alrededor. No le quedaban fuerzas ya para seguir luchando, tan siquiera para alejarse de aquel lugar, tampoco para sanarse las sumamente infecciosas heridas que tenía por todo el cuerpo. No podía más, el ogro soltó su maza y el cayó rendido, adolorido todo el, cerró los ojos...

Del cielo, una mujer descendía, Gorogg pensó que Ares adoptó esa forma por algún motivo, así que, aun sin alzarse, demasiado agotado y herido pronunció...
-Ares... Llegó ya mi hora?-Dijo mirando sin miedo la figura.
.La figura apenas en un susurro dulce y cariñoso:. Gorogg...
-?
-Gorogg soy yo...- La figura de la mujer, no era más que Silian, sus zonas más íntimas eran tapadas por nubes que la rodeaban.

Entonces aquella mujer descendió con suavidad del cielo, moviendo sus alas con suavidad, aterrizando con gracia mientras su cabello ondeaba junto al viento. La figura esbozó una sonrisa tan dulce que solo Silian podía hacerle y en el cuello de la joven descansa una cadena con su diamante.

Gorogg observaba a la figura, hacia un esfuerzo hasta por respirar, estaba agotado, Ares le iría a buscar tarde o temprano.
Finalmente Silian llegó hasta el ogro, quedándose a escasos centímetros de Gorogg, su mirada parecía triste... y vacía, y finalmente habló a Gorogg.

-No pude salvarte...-Dijo Silian con un tono entristecido.
[i]-Silian...
-Shht...-Silian cerró los ojos y besó con suavidad los labios del ogro. Y entonces, sus heridas amarillentas de los muertos, que tan siquiera se había curado, empezaron a sanar ágilmente y Silian se apartó de el volando aún.
-Silian...-Dijo mientras se levantaba.
-Si?-Dijo ella girándose cara al ogro.
-Gorogg también te quiere-dijo con su corazón abierto, mirando a la Ninfa en busca de alguna reacción.
-Acaso sabes que es amar?-Dijo, y el ogro al no tener respuesta cogió la mano de Silian y la puso en su pecho izquierdo, haciéndole sentir su palpitante corazón
-Gorogg se siente puro con Silian...
-Acaso puedes amar? Tu alma es oscura...-Dijo, y señaló a unos muertos que estaban detrás de Gorogg, lejos aún de ellos dos, pero que avanzaban.-No sabes que es amar.
-Gorogg... Corazón...-Dijo
-Piensas ir a buscarme Gorogg?-Preguntó ella.
-Buscar? Donde?
Entonces, el cielo se agitó y las nubes parecían obedecer el movimiento de la ninfa desnuda, formando tras ella una especie de trono, que ocupa con lentitud.
-Tú me has condenado Gorogg..-
-Que?-Dijo, y de pronto el aire empezó a enfriarse.
-Me condenaste... A luchar...-Dijo mirando desde el trono a Gorogg.
-No...-Dijo, negando también con la cabeza.-Gorogg luchará por Silian.
-Lucharás?-Dijo, y el ogro asintió con la cabeza.-Lucharás por que? Y contra que? Lucharás contigo mismo
-Gorogg hará lo que Silian le pida...-Dijo el ogro, y entonces la ninfa se alzó y con un movimiento de su mano las nubes que formaban su trono se esparcieron, y el ogro retrocedió unos centímetros, empujado por la onda expansiva.
-Volverás a Kerdrova por mi?-Preguntó ella, acercándose poco a poco al ogro. Y cuando estaba ya cerca, esbozó una malvada risotada-¡No me encontrarás! Y cuando lo hagas...- Sobre su cuerpo se posaron unas telas negras en forma de una larga tunica.-Habré muerto bajo la magia del anciano.-Dijo, y volvió a reír maliciosa.
-¡No!-Gritó el ogro.
-Que harás cuando muera?-Dijo entre carcajada y carcajada.
-Por que...?-Dijo el ogro adolorido, mientras un cuervo sobrevolaba a Silian hasta ponerse encima su brazo.
-Eres un ogro tonto y feo... Pero sobre todo malvado. ¡Jamás podrás salvarme! ¿Y sabes que es lo más divertido? Verte llorar y patalear ante mi cuerpo inerte... Ver como te excusas ante Legondil... Y el inicio de tu cacería...
-Silian... Yo... Yo te quiero...-Dijo, y se arrodilló, con falta de vitalidad, incluso cuando los muertos que antes estaban tan lejos se le abalanzaron encima arañándole e hiriéndole, el ogro no opuso resistencia alguna, y justo antes de que le cubrieran del todo los muertos dijo por el hueco que quedaba.-Te...-empezó a decir, pero entonces la fina mano de Silian le acarició la mejilla y le besó, hasta que los muertos le cubrieron del todo.
-Te mataré-Dijo Silian, acabándole la frase, y volviendo a reír maligna de nuevo.


El ogro se despertó, sus heridas habían sanado, y sus labios estaban húmedos. Se levanto lleno de ira consigo mismo y empezó a gritarle al cielo, buscando respuesta de por que su dios había elegido torturarle de esa manera.
El ogro gritaba <<¡¡NOOO NOOO!!>> Mientras demolía todo con su maza, destruyendo su alrededor con furia ciega, y sus ojos adoptaron el temido por tantos enemigos, tono rojizo.

Cuando no quedaba nada a lo que destruir el ogro clavo la maza al suelo y grito con ira al cielo '¡¡¡Areees!!! ¡¡¿¿Por que??!!'-gritaba sin respuesta. Se puso de rodillas y empezó a golpear con sus puños al suelo siguiendo gritando '¡¡¿¿Por que Ares??!!' repetidas veces, golpeando el suelo hasta que sus puños no respondían y sangraban.
-Por que...-Dijo Gorogg como ultima palabra, aun arrodillado, apoyó su cabeza en el suelo, falto de respuesta de aquel al que llamaba dios...

Y en Kerdrova, su árbol se secó en ese mismo momento, sus hojas cayeron, y se volvió negro en cuestión de segundos.
Ethorel
 
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Re: (ROL) Cumplir con el deber. Gorogg Quebrantarrocas!

Notapor Ethorel el 08 Sep 2009 12:11

La ira de un ogro herido

Toda la ira cayó sobre sus enemigos, no solo sobre ellos, también los bosques de alrededor cayeron bajo el mazo de Gorogg, también la gente que no quería hacerle mal, sus ojos estuvieron rojizos largos días, los muertos, tras una semana de combate sin cesar se retiraron. Gorogg, inconscientemente, comía los cadáveres de algunos de los que caían por propio instinto de supervivencia, Ares había decidido que no iba a caer en ése lugar alejado de su propia mano.

Gorogg arrasó ciego de ira, ira con el mundo, ira hacia él mismo, ira hacia el anciano... Ira en todo caso, que le cubrió los ojos y blandió su maza. También la misma ira le hacía comer involuntariamente como si de respirar mientras se duerme se tratara.

Pero un día entero sin combates hizo cesar su ira demoledora... Y sus ojos, volvieron a su tono oscuro con un iris rojizo. Gorogg soltó su maza y miró su alrededor desolado, había sido él, lo recordaba perfectamente. Finalmente se sentó sobre una dura roca, agotado sin saberlo, y un cuervo mayor de lo común aterrizó ante él. Graznó y le observó con sus penetrantes ojos, Gorogg le devolvió la mirada y comprendió que aquel cuervo era el cuervo del anciano. Podía irse, su misión estaba echa, su pena de muerte había sido superada, por ahora.

La búsqueda en Calimhar
No tardó Gorogg en regresar a Calimhar, no había tocado tierra apenas cuando apartó toda aquella gente del puerto a empujones, atravesó toda la ciudad y se adentró en los confines de Kerdrova. Tal vez la gente, mucha conocida, le saludaba, más Gorogg solo tenía en mente encontrar a Silian antes de que fuera tarde. Recorrió todo Kerdrova y sus alrededores, se adentró incluso en tierras orcas, acabando con aquellos que intentaban detener su búsqueda, en vano claro está.

El ogro, agotado ya, de buscar decidió ir a ver su árbol de Kerdrova, se había secado, estaba de color oscuro, su conexión con Gorogg era alta, Gorogg dejó su maza a un lado y se sentó al lado de su pequeño árbol, no se sabe cuanto tiempo pasó a su lado, quizás buscando una compañía o calor vivo que no encontró y que solo podía encontrar en una persona. El ogro hizo un pequeño rugido lamentándose, a modo de sollozo, mas el árbol seguía negro y muerto, pero seguía en pie, y no estaba seco como para caer. Gorogg contempló el árbol entendiendo, se levantó y se fue de nuevo al puerto tras esa semana de búsqueda, en vano era esperar a alguien que no estaba o no quería ser visto por el ogro. No pudo dormir más de dos horas seguidas en todo ese tiempo, durante la batalla en Valmorag estaba luchando a cada hora y eso era positivo, pero ya en paz, no podía dormir, quizás por su deseo a tener otra pesadilla con Silian, pero no se dio el caso, y ello le despertaba, encontraba incluso inútil el dormir, pero tenía que hacerlo, sus párpados se cerraban.

Gorogg se encaminó a los puertos de Calimhar de nuevo, entró en un barco destino a Earand, jamás olvidaría lo que pasó la última vez que fue a ver al clan con Silian en barco, por ello cada noche pasada en el barco se despertaba sudando y blandiendo inconscientemente su maza varias veces, no podría reconciliar el sueño... Quizás nunca más podría. Otras veces se levantaba con un susto y su primera visión era siempre su maza, el reclamo de Ares a la batalla, el ogro suspiraba e intentaba volver a dormir.

En casa de nuevo.

El ogro despertó de nuevo con sudores fríos, harto ya de intentar dormir blandió su maza y fue a la cubierta del barco un poco antes de llegar a puerto. Observó el mar, anteriormente le tranquilizaba, pero ahora podía incluso odiarlo por todo lo que el mar le había hecho. Observó en las montañas rocosas un humo que salía, seguro era la hoguera del clan, a esa hora algunas preparaban la comida y sus parejas les ayudaban. Los niños estarían jugueteando con las armas de sus padres en su ausencia, como hacía Gorogg en su niñez, y a más de uno le debe haber caído una buena represalia por parte del anciano. Se estremeció en pensar en su padre, que depositó sus esperanzas de una estirpe de liderazgo en Gorogg, y Gorogg no sabía como tenía que mirarle ahora a la cara. También pensaba en el anciano, seguro que estaba dispuesto a humillarle y darle otra misión suicida.

El barco llegó a tierra, y el ogro, sin más, bajó de éste y empezó a encaminarse a las montañas del norte, pero esta vez lo hacía caminando, con pesimonia, solo, pues no tenía una persona querida en brazos desangrándose y por morir, y si la tuviera, no sería la persona que el quisiera.
Pasaron unas horas hasta que llegó a su clan, dos guerreros, ambos conocidos, protegían la puerta y se sorprendieron al ver regresar a Gorogg sano y salvo, pues su ultima misión era para verlo muerto, y al parecer el anciano no dijo nada de lo que había visto través de su cuervo.

-Saludos Gorogg-Dijo uno de los dos. Y ambos, cronometradamente se golpearon el pectoral a modo de saludo.
-Saludos hermanos.-Dijo Gorogg y les devolvió el saludo, entró en el clan intentando mantener la cabeza alta, pues parecía que quería bajarse ella sola.

-Mira madre, el paria-Dijo un niño a su madre señalando a Gorogg, la madre le abofeteó como era normal en el clan Quebrantarrocas y le susurró algo a modo de bronca.

Gorogg caminó hasta llegar a la hoguera, se apoyó en su maza y suspiró. El ardiente fuego le reconfortaba con un calor artificial, ya todas le parecían así, pues había sentido el verdadero calor humano, y ya todo le parecía frío y estéril.

-Hijo del campeón....-Dijo Gokk, su padre, captando su atención.-Has vuelto en pie.
-Padre...-Dijo Gorogg, y como si no hubiera podido impedirlo bajó la cabeza.-Siento todo lo que esta pasando.
-¡No sientas nada! ¡No te he enseñado a sentir clemencia ni tristeza!-Dijo el padre.-Has olvidado quien eres, eres el hijo del campeón.
-Ya nada de eso importa padre.-Dijo Gorogg, y se giró de nuevo a la inmensa hoguera.
-Algún día tu serás líder...-Dijo su padre como última palabra, no quería oír a su hijo de nuevo lamentarse como le pasó al mismo Gokk con su padre, pero el caso de Gokk fue por que tomó a una mujer antes de haber retado al líder, Gorogg había salvado una vida.
-Pero padre...-Cuando se giró el padre ya no estaba.

El ogro pasó un tiempo recibiendo calor del fuego, más de un guerrero que volvía de su caza o misión como mercenario, o simplemente una asignación del anciano, le saludaba y le decían que se alegraban de verle de nuevo, que era increíble que estuviera vivo aún. Cuando estuvo arto de esas miradas que le apuñalaban donde fuera que pusiera el ojo, se encaminó en la cueva del anciano y se adentró en ella, toda oscura.

-Gorogg Gorogg, joven Gorogg-Se oyó una voz al fondo, y con un movimiento de su mano, el anciano iluminó toda la cueva.-Sabía que acabarías regresando.
-No lo sabías, por eso enviaste a Gorogg.
-Oh Gorogg, tu desconfianza es un golpe hacia mi persona...-Dijo con ironía.-Como puedes pensar eso... Aigh aigh...-Gorogg seguía mirándole, reflejando la furia que sentía hacia él.- No me mires así Gorogg, no vale la pena, pues no podrás hacer nada contra mí, más bien todo lo contrario.
-Grrr-Gruñó Gorogg para sus adentros.-Y... ¿Ahora que? ¿Me quedaré en clan defendiéndolo?
-Jajajaja, nada de eso Gorogg, tienes trabajo que hacer pero antes...-Dijo, se acercó a él y le puso el brazo sobre el hombro, haciendo que Gorogg le acompañara a la salida.-¡Hijos del clan Quebrantarrocas, el hijo del campeón ha vuelto sano!-Dijo lo de sano pues los ogros tomaban muy en serio el estado en el que se regresaba de las batallas, pues un ogro herido, cojo, manco, con defecto alguno que le impidiera luchar le haría trabajar en la mina, no era un trabajo de deshonor, todo lo contrario, mas no podría volver a ser guerrero. Los ogros al oír que había vuelto sano rugieron en su honor.

-¡Ha vuelto dispuesto a protegerme como juró a cambio de la vida de un monstruo!-Dijo burlándose, Gorogg apretó el puño, mas sabía que no debía atacar al anciano.-¡Y ahora... Será enviado a Calimhar!
-No anciano... Calimhar no, envía a Gorogg a Valmorag, pero Calimhar no.
-¿¡Te da miedo Calimhar hijo del campeón!?-Gritó para que todos lo oyeran.
-En Calimhar hay una persona muy importante para Gorogg, y si ha de seguir viva es mejor que no vea a Gorogg.
-¿¡Es acaso esa monstruo la persona!?-Gritó a pulmón de nuevo el anciano. Algunos se rieron para seguirle la corriente al anciano, hacerle la pelota.-¡Es ella! Jajajajaja.-Rió burlón.
-...-Apartó la vista del anciano.
-El hijo del campeón ha demostrado ser el más bravo de nuestros guerreros, y por ello hará una misión como tal. Se adentrará al sur de Calimhar, y ahí combatirá a nuestros enemigos los orcos! ¡A todos ellos, hasta el último!
-¡Asesino!-Se oyó entre el público de ogros que presenciaba la escena, todos se giraron hacia donde venía la voz, era Gokk, el campeón del clan.-¡Asesino, matarás a hijo del campeón!
-Asesino... Que acusación más fea Gokk, como puedes ver tu hijo sacrificó su derecho al liderazgo, pero él lo ha echo por una cosa mucho más mísera y despreciable que tu.-Dijo y se rió burlándose de padre e hijo.
-Yo iré con el si le envías-Dijo Gokk blandiendo su gran espada que en el filo estaba recubierta por diamantes afilados, que cortaban con gran facilidad el hierro, haciéndole un enemigo imparable, por ello campeón del clan.-¡Yo iré con el!
-Oh, sería interesante veros morir a los dos, pero es una misión individual. Y Gorogg partirá cuanto antes.-Dijo el anciano, le hizo un gesto a Gorogg con la mano que se fuera, y Gorogg empezó a caminar sin decir nada.
-¡Gorogg!-Dijo el padre intentando irse con él, pero unas corrientes de aire lo elevaron inmovilizándole en el aire.
-No lloréis por mi.-Dijo Gorogg y se fue.
-¡¡¡GOROGG!!!-Gritó el padre en un gritó que desapareció tras de Gorogg...

Una lucha incesante
Y cumpliendo esas ordenes, Gorogg partió a combatir a los orcos, los cuales venían en grandes grupos a matar a ''Aquel que asesina a nuestro pueblo'' le batearon. Venían en grupos de diez, veinte, Gorogg luchaba contra todos ellos todos los días, todas las noches. Sus sueños no volvieron a contactar con Silian y eso le mataba por dentro más que las lanzas, hachas y espadas de los orcos.
Pero un día llegó, Gorogg incineraba los orcos en una hoguera, pues sabia que si se podrían en el bosque podría ser dañino para éste. Gorogg estaba ya herido, sus heridas eran muchas ya, sin curar ninguna de ellas, agotado, desnutrido, alimentado por carne de orco, y sus ojos... Sus ojos volvían a ser rojos. Cuando ella llegó, pintada con pinturas ogras sobre su piel, pinturas de batalla, Gorogg acababa de incinerar los orcos del último ataque. Entonces Gorogg quiso echar a Silian antes de que llegaran más. Silian, sin contemplaciones se lanzó a atacar al ogro con sus espadas, y Gorogg recibió varios ataques sin defenderse hasta que no pudo contenerse y se devolvió, con los ojos en rojo, los ojos más temidos por el enemigo y el amigo, los ojos del hijo del campeón resplandecían de color rojo. Gorogg hizo algunos ataques con su maza que Silian esquivó. Finalmente Gorogg le dio un fuerte golpe y la dejo contra un árbol. Entonces el ogro la levanto por el cuello y haciéndola chocar contra el árbol empezó a escañarla.

-G-gorogg...-Dijo la ninfa casi sin habla. Entonces una lágrima cayó por su rostro tocando la mano que la estrangulaba.

El ogro se detuvo y la dejó caer, liberándola. Fue un momento tierno para el ogro, Silian le explicó que se estuvo entrenando para matar al líder. Entonces Gorogg pensó que era hora de dar muerte a ese líder, no solo, ahora lo mataría junto a Silian, y el anciano descansaría para siempre en paz.
Silian le pidió explicaciones de por que ya no tenía que vencerle, y Gorogg no contestó, estaba claro que iba a ayudarla en ese combate contra el anciano pero Silian no debía saber nada.

Gorogg le preguntó en diferentes ratos si le había molestado a Silian el beso que le dio con anterioridad, y ella respondió que no. Se lo llevó a su casa, la casa también de Legondil, para cuando llegaron, la pequeña ninfa, pequeña al lado de Gorogg, se limpió sus pinturas y al poco rato fueron a dormir.
Entonces Gorogg observó a la ninfa, le pareció delicada en ése momento, como la porcelana, por un momento le dio incluso respecto tocarla, temía que le pudiera pasar algo si iban a Earand, como la ultima vez, temía que si después de vencer al anciano estuvieran juntos, y por esa unión Silian estuviera obligada a luchar, matar, renunciar a sus sueños como tubo que hacer Gorogg por ella. La quiso besar pero se despertaría, así que le acarició suavemente el pelo, cogió su maza, vistió sus hombreras y botas y se dirigió a la puerta. Observó a Silian un último momento, dolido, nada deseaba más el ogro que quedarse con ella. Pero debía evitarla, si Gorogg estaba con Silian, Silian debía renunciar a muchas cosas a las que aspiraba, Gorogg había sufrido ya mucho, no calía que Silian sufriera también. Cogió las espadas de Silian y las rompió en sus manos, ambas se partieron en un total de seis trozos de acero élfico en el suelo. Silian no debía luchar por Gorogg, Gorogg no lo permitiría jamás. Y si por ello Silian le tenía que odiar... Sería así. Abrió la puerta, observó a Silian y se le humedecieron los ojos. Se tocó ambos ojos oscuros sin comprender lo que le pasaba, jamás le habían llorado los ojos sin estar enfermo, pero no importaba ya, iba a morir luchando contra los orcos.

Y todo lo demás no importaba, no a Gorogg.
Ethorel
 
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Re: (ROL) Cumplir con el deber. Gorogg Quebrantarrocas!

Notapor Ethorel el 08 Feb 2010 19:20

La eterna lucha

Dejando atrás a Silian, Gorogg se encaminó hacia Midden’nir, donde era sabido que los orcos residían en su mayoría. Obedecería al anciano, y moriría de caer en batalla... Pero no se derrumbaría, era un Quebrantarrocas, siempre lo había sido. Si tenía que morir sería peleando, contra orcos, contra el anciano o contra el mismísimo Ares.

Se adentró cerca del pantano, derribó algunos árboles e hizo ahí su campamento, si se podía llamar así, de la forma más rupestre y ogra que se conocía. Sabía que un pantano no muy lejos de donde se había aposentado habían muchísimos de esos orcos, así que empezó a rugir, golpear el suelo y maldecir para captar la atención, al menos de sus exploradores, los cuales murieron de una forma horrible, y fueron el primer combustible de la gran hoguera que había hecho el ogro en su campamento.

Pronto llegaban más y más, Gorogg no pudo evitarlo, y sus ojos se volvieron rojizos, dejó de ser una escaramuza para ser una batalla, le pusieron varios motes aquellos orcos "El demonio, el asesino, el destructor, la mole, el monstruo..." Ninguno de ellos afectaba al furioso ogro, que aún y herido nunca, nunca dejaba el combate hasta haber hecho caer a sus enemigos, o estos huir.

Pronto los hijos del Pantano llamaron a sus aliados del Imperio orco, y el combate iba cada vez a por mayor, con un ogro cada vez más hambriento, furioso pero también herido. Por heridas de las flechas cobardes de los orcos, de la heridas sin curar y en su interior por el recuerdo de Silian que le torturaba día y noche. El ogro temió dormir, no por sus enemigos, si no por la presencia de Silian en ellos que le hacían despertar sudado, odiándose a si mismo y odiando al clan...

Odio... No se había comportado como un verdadero ogro, hablaba diferente que sus hermanos, empezaba a utilizar más la cabeza, pero no se podría afirmar que anteriormente fuera más feliz, pues anteriormente la figura de la ninfa no existía en él, aquella máquina de matar, comer y odiar.

Elemdil, el hechicero.

Gorogg era conciente de que los cadáveres orcos podrían malmeter la tierra, aunque la destrucción que provocaba Gorogg durante el combate fuera mayor que ello, no quería añadir los cadáveres putrefactos, así que iba echando los orcos a la gran hoguera de su campamento, haciéndole así más monstruo para los orcos, a la vez que más temido.
Sus heridas infectadas, los venenos de las armas de los orcos cobardes... El "asesino" se estaba debilitando, los orcos lo sabían, Gorogg lo sabía pero no por ello iba a dejar de luchar.

El humo negro de los cadáveres incinerados se alzaba en el linde del bosque, lo que seguramente atrajo a aquél elfo, que al principio Gorogg tomó como un enemigo, hasta que reconoció su símbolo de Kedrova.

El elfo, que también reconoció al ogro, le sano esas heridas que podrían acabar con él en cuestión de días, y invocó agua y comida para restablecerle, aunque no entendía el por qué de esa macabra campaña contra los orcos de Midden’nir.

Los orcos sabían de la debilidad del "asesino, monstruo o simplemente el Quebrantarrocas", así que decidieron enviar a su campeón junto a un pequeño regimiento de seres pestilentes, repugnantes y... A fin de cuentas, orcos.

Los pasos se empezaron a oír, Gorogg olía a los orcos su alrededor, así que le propinó un fuerte empujón a Elemdil, que se aturó poco antes de chocar contra la arboleda, y pudo contemplar como varios proyectiles sobrevolaban al ogro, o se clavaban a su armadura completamente metálica, librándole de mal. Elemdil pudo observar también que Gorogg estaba rodeado, aunque el ogro, ya ciego de ira fue a acabar con las vidas de aquellos que dispararon sus flechas, Elemdil hizo uso de su magia tanto como para proteger al ogro como para combatir el enemigo que se acercaba.

Los orcos salieron de su escondido en grandes masas, que eran aplastados y devastados por la inmensa maza del Quebrantarrocas, que por sorpresa de los orcos confiados, no estaba ya herido de muerte, pero no era problema, de entre la multitud de orcos que corrían, ya fuera cargando o huyendo del combate, surgió un Uruk-hai, blandiendo una enorme espada de puño de orco y maldiciendo al ogro en su lengua, empezó a cargar.

Gorogg ignoraba cuantos orcos de esos habían muerto ya, y aquél "campeón" no era más que otro ser viviente que a los ojos rojizos de Gorogg no era más que otro pelele que moriría. Elemdil, dando a notar su saber, invocó un escudo al ogro, que le salvó de varias estocadas del orco, que, aparte que no era herido por la maza del ogro, atacaba ágil y fuertemente con una ferocidad brutal.

El ogro, victima de un agotamiento, que no sentía por el estado de sus ojos, empezó a golpear cada vez más flojo, y el orco empezó a herirle en algunas extremidades encontrando huecos en la armadura inmensa de su enemigo gigantesco. Pero cuando Gorogg se encontraba ya exhausto, Elemdil hizo uso una vez más de su magia, proporcionándole fuerza a Gorogg y poder a su maza, que tras algunos fallos consiguió abatir a aquél campeón y provocar la retirada de los orcos.

Gorogg no podía con su alma, las heridas de su corazón no cerraban por mucho que tras la batalla Elemdil le hubiera sanado. El ogro dejaba de comer, de beber y de dormir, pero unas palabras del mago fueron suficientes para recuperar el vigor, recordar lo que era y por lo que estaba luchando. Era un Quebrantarrocas, siempre lo había sido.

Pues él era Gorogg, hijo del campeón, y haría honra a su nombre.
Ethorel
 
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