(ROL) Tormenta de nieve (II)

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(ROL) Tormenta de nieve (II)

Notapor Natalie el 23 Ene 2009 06:06

El helado viento pareció aumentar aun mas su frialdad.

-Pensé que había caído ahí mismo...-el ladrón señalo una parte de la nieve.

Una extraña voz pronuncio –Tu...sangre...

-Mierda! Que fue eso?-dijo Marck sobresaltado.

-La he buscado...tanto tiempo...

La draconiana desenvaino, esta vez la espada Fharen, aquella que solo el capitán Mordrek legitimo poseía –Puedes andar?

-No..el dolor es mucho.

Una sombría figura floto, atravesando uno de los árboles señalando al semi-elfo –Necesito esa sangre...

La espada de la draconiana y la daga del ladrón, apuntaron al extraño.

Maldita sea, quien eres?-pregunto Marck.

-Si buscas sangre, mejor vete a otro sitio- agrego la semi-dragona levantando el arma, en ademán de atacar

-Que quien...soy? Soy el ángel de la muerte... y tu sangre... es la que reclamo

Natalie sintió ganas de escupirle en la cara al hacerse llamar asi, pero se contuvo.

-Que? Mi sangre? Ven por ella...

La aparición comenzó avanzar hacia el ladrón, pero la draconiana se interpuso –Marck, intenta apartarte!

-Marck?...

Un perro grande salió de la nada, acercándose al casi elfo, ladrándole con insistencia

-Maldito perro! Justo a tiempo, supongo que puede ayudarte a salir de aquí, no?- la draconiana había reconocido a Lobo, el perro que antaño había sido propiedad de Hans, ya fallecido.

Mientras tanto, el desconocido e llevo una mano la cabeza –Marck, Marck...

El perro sin embargo, se adelanto hasta interponerse entre el la draconiana y el ser, gruñéndole a esta.

-Que le pasa a este perro?- el ladrón silbo al animal para que se apartara, pero este no le respondió.

El encapuchado articulo:

-Lobo... porque?... dímelo...-el pelo de Lobo se erizo- quien s Marck?

-Oye sabe el nombre el perro- se extraño Natalie.

Finalmente, el desconocido decidió - tu sangre me lo dirá...

El perro ni siquiera se movió, mientras el presumiblemente espectro le atravesó sin problemas para seguir avanzando.

Marck por su parte, intentaba arrastrarse lo mas lejos posible llamando al animal en su ayuda. Lobo respondió, intentando jalarle de la ropa para ayudarle a moverse.

-Porque le ayudas? Que es ese medio humano?- el fantasma parecía seguir hablando con el perro

Sin dudarlo mas, la semi-dragona levanto el arma de la fortaleza y creo limpiamente un tajo en el cuerpo etéreo. Su espada era una de las pocas de la que ni los translucidos se libraban, debido sus propiedades especiales. El trozo herido del espectro callo al suelo y se desvaneció, pero esto no lo detuvo y siguió avanzando hasta llegar con el ladrón a pesar del daño. Con brusquedad el ser intento levantar al ladrón, pero se aparto. La daga de Marck intento dañarlo, pero solo lo atravesó, haciendo que su rostro tomara un tinte de desesperación.

-Porque no puedo matarte?- el espectro parecía interrogarse a si mismo.

Dando una nueva estocada, la draconiana bramo- apártate!

Otro trozo de cuerpo herido y translucido, se desprendió y cayo. Marck se apartaba como podía, dejando un rastro sanguinolento a su paso. La draconiana se aferró
con ambas manos al arma tensándose:

-La próxima va a la cabeza, vete ya...

El fantasma dirigió una mirada a la draconiana, que por un segundo identifico una cicatriz en el rostro –Deben morir los que estorban antes...

Natalie dejo escapar un ligero gruñido mientras la espada se mantuvo apuntando al enemigo.

-Morirás tu... y todos a los que amas... uno... por uno- dijo extrayendo una sólida daga de algún lugar del cuerpo translucido, la semi-dragona reconoció la marca del Sindicato de las sombras. En un segundo el espectro había desaparecido de su sitio, y antes de poder reaccionar, la daga se enterró entre las escamas, por la espalda.

Que haces con una daga del sindicato?- Inquirió el ladrón ignorando la suerte de su acompañante.

El espíritu, ensañado en su acción no presto atención a la pregunta - Debes morir...-y la empujo con fuerza hacia en árbol. La espalda golpeo contra el tronco, enterrando hasta la empuñadura la daga. Esto la hizo soltar el arma, que cayo enterrándose un poco en la nieve. El espectro en un instante estaba de frente a la draconiana. Pateo el arma lejos de su alcance, mientras la muerta y translucida mano se cerraba en torno al cuello, haciendo que sus pies perdieran tierra. Lentamente, la mano libre de este cambio de forma, tornándose una afilada y punzante garra que sin ningún problema enterró sus puntas el las blandas escamas del pecho , abriéndolo con facilidad.

Natalie lanzo un chillido ahogado de dolor mientras rápidamente intento patear a su agresor, solo consiguiendo atravesarle.

-Ya es hora...-La garra se volvió translucida, hundiéndose en el pecho de la draconiana.

Moriré.

Sintió la fría mano etérea, alrededor el corazón.

Me matara!

Un grito de Marck le saco de sus pensamientos –HANS!!

El espectro se detuvo en seco.

El fantasma de Hans pronuncio:

-Ese...nombre...

-Tu eres Hans...-volvió a hablar el ladrón.

Hans se deshizo Natalie, arrojándole lejos con desdén. El sangrante cuerpo de la draconiana cayo golpeando la espalda contra un árbol joven, y algo de nieve acumulada en las ramas cayo sobre ella.

-Como sabes mi nombre?- Hans se llevo las manos a la cabeza.

-No sabes quien soy?...soy Marck...tu primo...

-Tu... sangre... es la de mi familia. Es la que necesito...la he buscado durante años...para poder completar mi venganza. Si me das tu sangre...

-Marck...como que es Hans? Apártate ya de el...no ves que quiere...matarte?- La semi-dragona hizo un esfuerzo por ponerse en pie, pero el dolor le pudo mas, obligándole a permanecer en el suelo.

-Prometo hacerte fuerte...darte la inmortalidad- El espectro siguió hablando a medida que caminaba hacia el medio elfo.

-Yo siempre eh buscado vengar todo eso..

-Vengar, si... ayúdame a vengar

-Lo siento en tu alma... buscas el poder...buscas la oscuridad. Usa el odio, hazte mas fuerte. Dame...tu vida. Decide... que es lo que quieres? Quieres poder? Ser...un dios? Quieres vengarme?

Mientras la sangre de la draconiana se esparcía lentamente tiñendo de rojo la nieve alrededor de las escamas, el ladrón quedo petrificado ante esas palabras. Luego de un segundo de meditarlo, sonrió a Natalie –Lo siento.
Marck...apártate tonto...- La Dûr se aferraba como podía la fea herida del pecho.

Sin moverse, Marck se mantuvo sonriéndole –Tiene razón...necesito mas poder

-Si me das tu vida... estarás a mi lado... como mi familia. Acaso... no quieres volver a ver a tu madre? Asi podrías traerla...

Suspirando lentamente, el ladrón asintió en respuesta de su primo.

El espectro no se hizo esperar. Materializando su cuerpo, tomo al medio elfo del cuello con tanta fuerza que el desagradable sonido de ruptura corto el viento y las ráfagas de nieve. Increíblemente, Marck aun respiraba mientras su sangre goteaba hasta el suelo. La ahora garra del espectro, dibujo un corte en su victima empapándose en la sangre el mitad humano.

Natalie musita -Maldito! Seas...-' mientras intento arrastrarse hacia el grotesco espectáculo.

-Si... la sangre... el poder...

Y de repente, el cuerpo del ladrón estallo en pedazos. El rojo salpico alrededor, y uno de sus ojos, sanguinolento, fue a parar a un costado de la impresionada draconiana.

Con sencillo gesto, Hans miro el cielo -Al fin... estoy completo

Luego de esto, recogió del suelo la espada de la semi-dragona, casi cubierta por la nieve. Se provoco a si mismo un pequeño tajo, dejando que la etérea sangre se mezclara con la de su familiar. Luego de esto, tiro el arma, que cayo frente la draconiana.

-Ahora primo...Sal de las tinieblas

En algún punto del suelo carmesí, un humo negro empezó a brotar, aumentando su volumen rápidamente hasta conformar una figura nueva.

Haciendo un acopio e sus energías, Natalie hablo:
-Pero que maldito eres, haciéndote pasar por Hans...

-Hans...ese nombre fue mío hace algunos años...hacia mucho que no lo escuchaba-Mientras la segunda figura seguía tomando forma, el espectro avanzo lentamente hacia la Mordrek.

La draconiana en respuesta, alargo su mano, tomando el arma de manera vagamente débil, pero enseñando el filo.

Ambas manos del ser nuevamente tomaron la forma de garras, que levanto, dispuesto a terminar con la Semi-dragona. Sin embargo Lobo, que había permanecido cerca todo ese tiempo, se adelanto y brincando delante de su difunto amo, mordió una de las garras.

En ese momento, el fantasma de Marck se miraba a si mismo, extendiendo su brazo.

Hans miro al perro confuso.
-Ya veo... la dejare vivir... si es lo que quieres- Y su cuerpo cambio hasta tomar la forma del inmenso lobo negro que había visto antes. Luego se alejo, desapareciendo.

-Marck ven...cumplamos con la venganza- se escucho

El espectro de Marck miro a Natalie con la misma sonrisa que le había dedicado hacia pocos minutos, cuando aun era mortal- Era tal cual lo que decía...- y desaprecio detrás de los árboles.

La draconiana apoyo un segundo la frente en la nieve, respirando con dificultad el aire helado. Lobo le lamió una mejilla, intentando mantenerle despierta: dormirse ahora mismo seria no volver a despertar.

Se revolvió, sabiendo que si lograba ponerse en pie, seguramente se desangraría de camino a Darkhaven y peor aun, quizá alguien aprovechara a darle el golpe de gracia: Conocía demasiado bien el pensamiento de los nativos de Niruk que frecuentaban Darkhaven. Mientras pensaba en estas cosas, el perro seguía caminando a su alrededor, como buscando ayudar.

Coloco la muñeca izquierda frente a su rostro, y paso los dedos de la mano contraria por encima de la escritura en rojo en la que se podían leer las letras “Dûr” en escarlata. Esto provoco que la marca brillara.

Haor Dor...si alguien esta cerca...

Una voz amable retumbo en su cabeza.

Estaré ahí en un segundo.

Pasaron pocos segundos antes de que se sintieran pasos en la nieve. La draconiana se tranquilizo cuando la congelada nariz logro identificar el aroma de quien se acercaba. Lobo por su parte, se mantuvo en guardia ante aquel cadáver andante que se aproximaba.

-Muchas gracias Sirawen...

-Te pediré que ahora no hables, debes estar agotada- se fijo en el arma aun incrustada en la espalda- Me permites que te retire eso? Intentare que duela lo menos posible.

-Si si, quítamela ya.

Natalie ahogo un quejido cuando la hoja oxidada abandono su cuerpo.

La liche sonrió afablemente mientras le ayudaba a colocarse boca arriba. Murmuro algunas cosas ininteligibles en el lenguaje de la magia, y sintió calidez en las heridas sangrantes.

-Eso parara la hemorragia, te acompañare hasta Eriador si me lo permites

-Creo que no llegaría si no vienes, gracias por todo- volvió a agradecer mientras se incorporaba, ayudada por la liche.

-Con gusto- Respondió Sirawen mientras ambas Dûr encaminaban a paso lento hacia la ciudad.

Al llegar, el perro se perdio en las calles.
Nadie escapa a la Guadaña del Tiempo...
Natalie
 
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