(ROL) El traidor invisible

[Janis]

Siguió los pasos de la sombra mientras se deslizaba entre los árboles. Apenas era visible, tan sólo una pequeña distorsión de las ramas y unas hojas moverse a un compás diferente al del resto.

La primera vez que la había visto pensó que era un reflejo del sol. Pero no fue la única. Aquella vez topó con ella cerca de la Driada. La sombra permaneció inmóvil, casi imperceptible. Janis fingió indiferencia y se quitó su armadura. Mientras la Driada sanaba sus heridas la joven maiar recorría con sus ojos el bosque que la rodeaba. Lo que quería ver estaba casi a su lado, aún inmóvil. Janis sonrió a la Driada cuando ésta acabó de sanar sus heridas y caminó hacia la plaza para refrescarse. “Te atraparé, traidor…. ” pensó rogándose paciencia para hacerlo. Fue en ese momento cuando la vió moverse entre los árboles y comenzó a seguirla.

“Veamos dónde vas…” pensó mientras la perseguía entre los recovecos de Kedrova hasta llegar al linde del bosque. La guerra estaba siendo dura y poco eran los lobos que custodiaban la entrada al bosque. No parecían haberse percatado de ella.

La sombra continuó por las calles de Belthalas. Estaba anocheciendo. La gente caminaba de un lado a otro y le costaba enfocarla. Al final de una de las calles la sombra giró hacia un callejón. Janis salió corriendo para no perderla pero justo al girar, tropezó con alguien y cayó al suelo. El hombre ni siquiera se giró para mirarla, continuó su camino cubriéndose bien con una capa oscura. Rápidamente se puso en pie adentrándose en el callejón intentando encontrar alguna distorsión de la imagen que delatara la sombra que buscaba. Y al instante contempló que el callejón en el que se encontraba no tenía salida alguna salvo por el que ella había entrado. Entonces… ¿qué había ocurrido? Volvió casi instintivamente su mirada hacia el lugar donde había chocado con aquel hombre.

En el suelo una pequeña rodaja de melón dejaba correr su jugo por el empedrado….