La paloma, igual que sus dos antecesoras, localizó sin problemas al elfo destinatario de la misiva. Con las primeras luces del alba, el mensaje yacía abandonado a los pies de Draco.
"Respetado Draco, Rey de los DarkAngels,
Hace poco he podido conocer la estrecha amistad que, igual que a mi, te unía a la anciana Alda. Acontecimientos que probablemente hayan llegado a tus oídos la han forzado a alejarse del bosque de un modo que nunca ha merecido. Para mi esta afrenta, a la que se ha venido a sumar el ataque contra la orden, no puede ser ignorada y haré cuanto esté en mis manos por vengarla. Por ello solicito tu ayuda y la de los tuyos, si así lo consideráis oportuno. Poco puedo ofrecer a cambio más que cobijo para los tuyos siempre que lo necesiteis mientras los viejos árboles de Kedrova sigan en pie.
Afectuosos saludos,
Jeraen, líder de los Insurrectos del Bosque"