(ROL) Que gane el mejor

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(ROL) Que gane el mejor

Notapor Alda el 16 Ene 2008 02:53

QUE GANE EL MEJOR


PJ's: Gilgamesh, Angeldust, Duryan Vamp y Alda
PNJ's: Leidan de Kren y Lord Seldar (llevados por Jeraen)
Fecha: 5 de enero de 2007
Introducción: Cuando las leyes imperiales se enfrentan a las insurrectas, y un acercamiento de posturas parece imposible, sólo queda desear que gane el mejor.




Con un pequeño gesto, Angeldust se levantó rápidamente a ayudar al recién llegado a incorporarse. Su aspecto daba a entender que su apresamiento no había sido precisamente pacífico.

- ¿Es de los vuestros? -. Lord Seldar no parecía en absoluto sorporendido.

- Pues claro que lo es, señor – el capitan de Kren no dio tiempo a contestar a nadie.

- Lo es –añadió Alda.

- Esta bien Leidan, retirate.

El capitan Leidan abandonó la estancia furioso junto a los dos guardias que lo acompañaban cerrando con un gran portazo. Alda se levantó de su asiento y se acercó a Vamp. Tras ver que el vampiro se encontraba bien lo tomó por la oreja y lo llevó a una de las sillas obligándolo a tomar asiento “Sientate y estate quieto!” le susurró ligeramente abochornada por la escena.

- Disculpad los modales de este insurrecto señor.... – dijo Alda lanzando una mirada de enfado a Vamp.

- Este tipo de cosas son las que han puesto a la Insurrección en el punto de mira del Emperador – Lord Seldar señaló al recién llegado.

- Lord Seldar... entended la situación – continuó Alda -. Una insurrecta es atrapada por vuestros hombres, si explicación para el Bosque. Es liberada, y habla de interrogatorios... extraños

- Una asesina –rectificó Lord Seldar.

- Asesina o no, aun no ha sido juzgada – el tono de Alda comenzaba a perder la serenidad que la anciana intentaba transmitir, dejando percibir cierto enfado por la situación. -. Luego vuestro capitán nos manda buscar al Bosque. Venimos sin oponernos para aclarar la situación aun sabiendo que hemos sido declarados enemigos del Imperio... los insurrectos temen por nosotros... - continua Alda señalando a Vamp.

- El vampiro no es un problema –dijo Lord Seldar -. La cuestión es… si la Insurrección quiere la paz con el Imperio.

- ¿Pero a que precio? –interrumpió Gilgamesh.

- Deberá entregar a los asaltantes -. El tono del Senescal del Emperador fue tajante.

Alda tomó aire profundamente. Su tono amigable comenzaba a mostrar ciertos resquicios de enfado, aunque parecía hacer todo lo posible por ocultarlo.

- Señor, con todos mis respetos – añadió por fin. -, la Insurrección no ha entrado en guerra nunca . Siempre habéis contado con nuestro apoyo para defender Belthalas. Es un objetivo común.

- Ultimamente para atacarlo y sembrar el caos -. Lord Seldar parecía no bajar la guardia.

- Los asaltantes serán juzgados como merecen pero por el Concilio insurrecto – añadió la anciana.

- Si os negáis a colaborar habrá muchos problemas – el tono de lord Seldar comenzaba a sonar irritado también.

- En ningún momento nos hemos negado a colaborar.

Tras un unos instantes de silencio, Lord Seldar tomó aire calmándose. La reunión no estaba resultando como esperaba. No deseaba perder el apoyo insurrecto pero aquella anciana parecía estar poniéndole las cosas difíciles. Quizás un último esfuerzo no estaba de más... Pero sólo uno.

- Para acercar posturas creo que podría ofreceros algo - Lord Seldar se quedó pensativo mesándose la barba -. Podría organizar un juicio público, en los juzgados de Darkhaven.

- ¿Juicio publico? – Alda parecía sorprendida.

- Yo no lo veo solución – interrumpió Gigamesh.

- El asunto ha llegado tan lejos que no tiene solución -. Lord Seldar parecía ofrecer la única vía de escape a la comitiva.

- Lord Seldar -dijo Alda tras intercambiar una mirada con su senescal -, no nos importa si el juicio es publico o privado... siempre y cuando los jueces sean los miembros del Concilio insurrecto. No tenemos nada que ocultar.

- El juez será el Emperador.

La comitiva insurrecta se revolvió unos instantes en sus asientos. Duryan y Vamp parecían ajenos a todo mientras que Alda y Gilgamesh se miraban, como consultándose, Angeldust frunció más el ceño al oir las palabras de Lord Seldar. Su corazón palpitaba de rabia.

- Eso no sera un juicio...mas bien una condena... –dijo por fin la montaraz dirigiendo una mirada de odio al Senescal del Emperador.

- Esta sangre joven tan impetuosa –Lord Seldar ni siquiera se dignó a mirar a Angeldust.

- Lord Seldar... como pretendéis que controlemos a los Insurrectos si pretendéis despojarnos del poder que el Concilio tiene sobre ellos? – añadió Alda irritada.

- ¿Que hayan atacado fortalezas del imperio no os parece suficiente muestra de descontrol? -el tono del Senescal se alzó por encima de todos retumbando en la sala.

Las palabras de Lord Seldar acabaron por desatar el enfado en la comitiva insurrecta.

- El juicio será publico si así lo deseáis – añadió Alda enfadada - y el Emperador asistirá si es de su agrado...

- ...pero con el Concilio de Kedrova como jueces – Gilgamesh terminó la frase.

Lord Seldar suspiró. El Emperador buscaba la cabeza de los asaltantes y las negociaciones para obtenerlas nos estaban resultando eficientes. Y entre medias de ambas posturas y pese a reclamo de tantas cabezas, había una que Lord Seldar preciaba por encima de todas: la suya. Debía contentar al Emperador.

- Creo que en el juicio- Lord Seldar seguía buscando una salida diplomática al conflicto - puedo hacer que varios de vosotros estéis entre el jurado.

Lord Seldar seguía ofreciendo soluciones al margen del Concilio Insurrecto. Angeldust tragó saliva visiblemente molesta.

- Varios no – protestó Gilgamesh -. Todo el Concilio. Nosotros solos no podemos tomar la decisión de todos los insurrectos juzgados.

- Me temo que esto NO ES una negociación! – Lord Seldar golpeó con su puño la mesa mirando a Gilgamesh.

- Vos pretendéis que os sirvamos en bandeja a varios insurrectos para ser juzgados por VUESTROS hombres por matar a VUESTROS hombres –Alda se puso en pie lentamente haciendo una señal a la comitiva para que se incorporan -. No sería un juicio justo y no consentiré algo así. Queréis justicia? Os estoy dando mi palabra de que habrá justicia. Podréis ver el juicio, podréis intervenir en el si lo deseáis... pero el juez será el Concilio

Angeldust fue la primera el levantarse. Rápidamente acudió al lado de Alda para ayudarla, mientras Gilgamesh aún mantenía sus ojos fijos en Lord Seldar. Las caras de Vamp y Duryan tenían una expresión más de asombro por lo que estaba pasando, quizás inconscientes de lo que estaba pasando.

- No es la justicia insurrecta la que rige en Belthalas sino la justicia del emperador, tejedora.

- En Kedrova, rige las normas del Concilio – añadió la anciana mientras recogía el bastón que Angeldust le ofrecía.

Lord Seldar suspiró contrariado. Sus ojos cansados miraron de nuevo al grupo.

- No me dejais alternativa... – dijo poniéndose en pie -. Ordenare a la guardia escoltaros de regreso.

- ¿Alternativa? – añadió Alda enfadada – Vos no queréis parar esto!

-Si me disculpais... – Lord Seldar comenzó a caminar hacia la salida de la estancia, con aire apesadumbrado.

- Pero...y que pasara? – preguntó Angeldust.

Lord Seldar se detuvo justo en el frontal de la entra del Salón de Reuniones y volviéndose lentamente miró a la montaraz:

- Pasara lo inevitable, muchacha… pasara lo inevitable – y el Senescal del Emperador abandonó la estancia con porte erguido.

- Pasa, pequeña... - murmuró Alda posando su mano sobre el hombro de Angeldust -, que el Emperador no quiere justicia. Quiere venganza.

-En ese caso...que gane el mejor... –contestó Angeldust mientras las puertas del salón se cerraban lentamente haciendo desaparecer de su vista a Lord Seldar.

-Preparadlo todo para el juicio.... – añadió finalmente Alda -. Lo tendremos lo quiera o no el Emperador.


El capitán Leidan de Kren irrumpió en la habitación justo los sirvientes había acabado de devolver las pertenencias a la comitiva.

- El Senescal ha dispuesto dragones para llevaros de vuelta – dijo con una ligera sonrisa en su boca.

- Gracias capitán... – añadió Gilgamesh -. Detrás de usted Alda.

- No me lo agradezcáis a mi – continuó de Kren - Debéis saber que el Senescal ha ordenado comenzar la persecución a partir del amanecer.

- No esperábamos menos del Senescal –concluyó Alda abandonando la estancia -. Informaremos a nuestros hombres.



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Esta escena pertenece a Las Fronteras de Belthalas. Puedes ver el índice en el enlace.
Alda
 
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